Junto con la comunidad, el proyecto busca evitar la deforestación de millones de árboles que se encuentran en este lugar, ubicado en el oriente de Tolima.

Cuidar, conservar y guiar sobre el cuidado del gran bosque de Galilea, ubicado en el municipio de Villarrica, es la misión de la Fundación Amé y la comunidad desde hace siete años.

De acuerdo con las directivas de Fundación Amé, que significa árbol en lenguaje Pijao, tiene como objetivo trabajar en la reducción de emisiones de gases del efecto invernadero.

«la idea es ayudar al país a lo que se comprometió en el acuerdo de París con la reducción del 51% de sus emisiones para el 2030. Nosotros trabajamos para evitar la deforestación», indicaron.

Asimismo, señalaron que, de la mano con las comunidades, le apuestan a trabajar en cinco iniciativas puntuales: apicultura, guardabosques, ecoturismo, aulas ambientales e investigación científica en alianza estratégica con la Universidad del Tolima.

«Sabemos que existen unas comunidades muy valiosas que conocen su territorio, es decir, son los principales guardabosques, por eso queremos llevar estas oportunidades de nuevas formas de trabajo, las cuales van a permitir que ellos convivan armónicamente con el bosque y que le cuiden. Y que sean ellos quienes propicien el desarrollo y quienes lo muestren a los futuros turistas», puntualizaron.

¿Qué es lo que hace tan importante al bosque de Galilea? las directivas explicaron que allí habitan especies endémicas de flora y fauna; además de ser una estrella hídrica y un corredor que conecta al majestuoso Páramo de Sumapaz, el más grande del mundo.

«Es por ello que estamos creando estrategias que permitan la conservación y el cuidado de esta área natural tan importante, no solo para la región, sino para el mundo entero», sostuvieron.

Por otra parte, mencionaron que Amé se encuentra adelantando labores en el tema de apicultura, entre otros grandes proyectos.

«En este momento, tenemos 120 colmenas y siete familia integradas. Queremos trabajar en el tema de ecoturismo. Hemos hecho programas de guardabosques y queremos hacer un programa de senderismo», aseveraron.

Una de las principales metas de la Fundación es seguir trabajando con las poblaciones, con el fin de que sean ellas mismas quienes muestren su territorio a los turistas.

«Creemos que las comunidades son los principales guardabosques y que, a través de ello, las iniciativas puedan darles una mejor calidad de vida. También, queremos llevar y construir con ellos propuestas para la conservación del bosque», concluyeron.

En esta zona rica en biodiversidad también cuenta con fuentes hídricas  provenientes del Río Cabrera y el río Prado, entre otras afluentes. Después de una búsqueda exhaustiva por parte de la Universidad del Tolima en conjunto con 19 biólogos Colombianos, sé encontraron especies endémicas, semi-endémicas, nuevas y migratorias congrados de amenaza y vulnerabilidad como el Oso de Anteojos, el Mono Churuco y el Jaguar. 

Tras una lucha de aproximadamente tres años con las autoridades para demostrar la importancia de ella flora y fauna de este ecosistema, la batalla termino a favor de este polígono que comprende un aérea de 26.656.52 hectáreas dentro de los municipios de Dolores y Villarica.

«el trabajo con las comunidades nos ha confirmado que vamos por la dirección correcta ya que en su mayoría están de acuerdo con que se diera la figura de Parque Nacional» afirmaron funcionario de Cortolima.

Una apuesta por la construcción de territorios de conservación, y de incalculable biodiversidad de la cordillera Oriental en el Tolima

El proyecto de mitigación al cambio climático REDD+ “Conservación del bosque Galilea-
Amé”, tiene como principal propósito reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causadas por la deforestación, mientras se preserva y protege la biodiversidad local mediante la conservación de las masas de bosque natural, con el fin
de aportar a la mitigación de los efectos del cambio climático a nivel nacional y mundial.
Esta iniciativa es una propuesta diseñada para contribuir a la reducción de emisiones
de CO2 provenientes de la deforestación y degradación de los bosques de niebla de
Galilea. Nuestro importante y significativo bosque nos ha inspirado a proponer actividades económicas sostenibles que lo protejan, y que al mismo tiempo ayuden a recuperar su valor identitario. Una de nuestras principales misiones es contribuir a la garantía del derecho a la vida digna de las familias campesinas de los territorios del Bosque de Galilea, y el desarrollo de las comunidades en sinergia con la vocación sostenible y de conservación que posee el bosque.

Nuestra lucha contra el cambio climático ha consistido en afrontar cada uno de los retos presentes en los territorios rurales del majestuoso “Bosque de Galilea”. Territorios
con particulares secuelas históricas de violencia y conflicto armado que entre mezclan la defensa de la vida, la pervivencia de la cultura campesina, la gestión sostenible de ecosistemas de gran importancia ambiental, el desarrollo rural de los territorios, y la conservación de bosques naturales que contribuyen a la reducción y mitigación de emisiones de gases efecto invernadero.

«Guardabosques de Galilea, trabajamos juntos por la conservación del bosque”

Desde la Fundación Amé, hemos apostado a la generación de oportunidades de desarrollo a través de acciones, proyectos y propuestas de negocios verdes sostenibles, iniciativas dirigidas a las comunidades que conforman los territorios de éste estratégico
corredor que conecta el bosque Andino y Altoandino, con los páramos del Parque Nacional Natural Sumapaz; quien en su interior posee el páramo más grande del
mundo. Este relicto boscoso ubicado en el oriente del departamento del Tolima alberga una gran biodiversidad de especies en flora y fauna endémicas únicas en Colombia,
y una abundante diversidad forestal. Nuestro esfuerzo ha consistido en proponer, construir y gestionar estrategias comunitarias y ambientales a partir de procesos educativos de formación y capacitación de los colonos pertenecientes al Bosque de Galilea, que permitan la transición de prácticas con impacto negativo o de degradación,
a la apropiación de conocimientos y experiencias sostenibles que garanticen el desarrollo de procesos alternativos por medio de buenas prácticas ambientales.

La educación y la investigación han sido uno de nuestros pilares estratégicos para la apropiación científica y comunitaria de conocimientos alrededor de los invaluables atributos ambientales y ecosistémicos que posee los bosques de Galilea, y esta tarea la hemos logrado gracias al apoyo y trabajo de uno de nuestros principales aliados la
Universidad del Tolima. Nuestra incansable búsqueda consiste en propiciar espacios de dialogo y reconciliación que impulsen la resiliencia ecológica y el fortalecimiento del tejido social.

Protegemos 16 mil hectáreas de bosques naturales, evitando así emitir a la atmósfera un promedio de 300 mil toneladas de CO2 al año.

En el camino recorrido hacia la reducción de emisiones causadas por deforestación y degradación del Bosque de Galilea, hemos diseñado una plataforma que permita combinar elementos de sostenibilidad que incentiven la conservación y preservación. Tenemos la certeza que el desarrollo rural de estos territorios de gran importancia ambiental, debe potencializar acciones en materia de gestión ambiental que contribuyan al desarrollo económico, social y cultural de las comunidades y familias Guardabosques arraigadas a estos históricos y maravillosos territorios. La implementación de nuestras actividades está enfocada en buscar un equilibrio adecuado en el que interactúen nuestros principios de conservación, protección, desarrollo rural y sostenibilidad. Nuestras principales propuestas son: apicultura, ecoturismo (turismo científico y ecológico), programa de guardabosques, investigación en biodiversidad y sistemas forestales, y acuerdos de conservación comunitarios.

Desde nuestra experiencia contamos con el establecimiento de 8 apiarios que conforman uno de nuestros proyectos productivos sostenibles y comunitarios (apicultura), cuyo propósito consiste en incentivar la protección de especies de gran importancia ambiental dentro de dichas áreas forestales, por medio de retribución económica
a las familias apícolas y guardabosque de la Fundación Amé. Finalmente, nuestro mayor deseo es el logro de los objetivos propuestos, la reducción de las emisiones de CO2 al evitar la deforestación del bosque; la protección de la biodiversidad, al ser un bosque de alta riqueza florística y faunística de la zona Alta Andina del Tolima; la seguridad y conservación de fuentes hídricas naturales que benefician a comunidades locales, y el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades rurales, a través de la implementación de actividades sostenibles que propicien el desarrollo de las familias locales de los bosques de Galilea.

ProClima Internacional, compañía que hace parte de nuestra red de afiliados, presenta su más reciente boletín.

El Bosque de Galilea hace parte del municipio de Villarrica en el departamento del Tolima y está ubicado en la Cordillera Oriental, un sitio estratégico que conecta el Bosque Andino y Altoandino con los páramos del Parque Nacional Natural Sumapaz, en los departamentos de Cundinamarca, Meta y Huila.

El Bosque de Galilea, un ecosistema montañoso especial, es una formación vegetal en el cual convergen especies de la amazonía colombiana, de la Orinoquía, del Valle de Magdalena y de los bosques andinos. Esta confluencia biológica ha hecho del Bosque de Galilea un lugar de alta biodiversidad tanto de especies de flora como de fauna.

Indudablemente las iniciativas de conservación a través de negocios verdes, como los proyectos REDD y REDD+, son una alternativa altamente positiva para la conservación y preservación de la biodiversidad de este tipo de ecosistemas que hacen parte de los Hotspot para el mundo.

Especies de Flora

Especies de FAUNA